Especial Encuentros de Cine con AKI KAURISMÄKI

Encuentros de Cine asistió a la presentación de la película La chica de la fábrica de cerillas, en la que, además de poder ver esta maravillosa (y dramática…) película, tuvimos la suerte de poder escuchar al propio director, Aki Kaurismäki, hacer una pequeña charla introductoria.

Lo que ocurrió en la Filmoteca de Andalucía, entre director, traductor, periodistas y público… os lo dejamos ver, leer y escuchar aquí. Y es que el director finlandés, de apariencia fría y distante, no dio sus primeras palabras hasta que no hubo descorchado su botella de vino blanco (¿no fue él quien dijo una vez que la vida no valía la pena excepto por el vino blanco…?), servido unas copas, y encendido su cigarrillo, entre las risas del público, tan entregado como sorprendido. Aunque se manejaba con algunas palabras en castellano, las preguntas del crítico de "Les Cahiers du Cinéma" Gonzalo de Lucas eran contestadas por su traductor. Os dejamos aquí con parte de la “entrevista” que ha tenido lugar…

Tras hablar sobre la importancia del trabajador en sus películas, Kaurismäki bromeaba apuntando que “todavía admiro el trabajo, desde lejos…no mostraría una escena de un trabajo que no hubiera hecho yo”

G.de Lucas: ¿Y de otro cineasta?

Kaurismäki: varios…incontables…Hollywood en los años 30, por ejemplo. En la época de Roosvelt se respetaba el trabajo del trabajador, y eso se reflejaba en el cine.

G.de Lucas: En Finlandia, me parece que se ruedan películas reales, que no se falsea, que no estás falseando…

Kaurismäki: Demasiado optimista…Das una imagen demasiado idealizada de Finlandia (risas).

G.de Lucas: ¿Dónde está la idealización de la película de hoy? Creo que es desoladora… ¿Cómo surgió la idea?

En estos momentos, el jefe de seguridad de la Filmoteca de Andalucía ya había advertido al director que no podía fumar en la sala, haciéndole apagar su cigarrillo, a lo que, momentos después, Kaurismäki bromeaba preguntándole si podía beber…

Kaurismäki: El punto de partida fue una charla con directores de cine, como la de hoy. Todos se quejaban de la falta de guiones. Yo quería fumarme un cigarrillo, pero no tenía encendedor, así que cogí unas cerillas – en este momento, el director vuelve a encenderse un cigarrillo y, de nuevo, corriendo vuelven a advertirle “señor, que no puede fumar”, con lo que él bromea “era un ejemplo de lo que estaba explicando, y aprovecha para dar unas caladitas…” – quería demostrar que se puede escribir algo incluso de unas cerillas. Improviso, nada más. Así se hizo la película. Como dijo Godard, “¿acaso es improvisación si decides un segundo antes?”

G.de Lucas, a continuación, trata de valorar una escena de la película, pero el director, junto con los silbidos del público, le interrumpe para bromear: ¿Se suele revelar las películas antes de verlas en este festival?

Kaurismäki,seguidamente, siguió bromeando sobre la interpretación de G. de Lucas, el cual veía cierta “felicidad” en una escena del filme. “Has malinterpretado la película… ¿Cómo son tus momentos de felicidad?”, le respondía.

El director, atendiendo a otras preguntas, sostuvo que faltan ideas en el cine actual, y que se ha perdido la noción de los dos lados del objetivo, esto es, los actores y el público.

Tras finalizar la entrevista, el público también realizó diversas preguntas, que dieron lugar a que Kaurismäki bromeara sobre el gélido clima finlandés, relacionándolo con la inexpresividad de sus personajes…”El Mediterráneo queda un poco lejos…Al comienzo de la historia, los hombres más tristes se fueron al norte, seguro…”

Y así, bromeando, y preparándose el cigarrillo de salida, Aki Kaurismäki abandonaba la sala para que pudiéramos disfrutar de una durísima La chica de la fábrica de cerillas. Y es que, tras la proyección, Encuentros de Cine tuvo la ocasión de estrechar manos con el director (quien terminaba de disfrutar el tapeo andaluz).

Tras comunicarle la dureza del filme, Kaurismäki levantó los brazos y con su talante frío ironizó: “Viva el optimismo”. Tampoco nosotros habíamos hallado signos de felicidad en sus imágenes.