Publicado en el Blog IBAFF el 12.03.12
Por Clara Martínez Malagelada
Hace un año, Abbas Kiarostami aterrizaba por primera vez en Murcia para impartir un taller de cine. Treinta y cinco alumnos, diez días, y la admiración común por un director que, con su poética sencillez,ha marcado un antes y un después en la historia de la mirada cinematográfica.
Sí. Sabíamos que nos reencontraríamos, algún día, en Murcia…
Y así ha sido. Un año después, el cineasta iraní regresa a una ciudad convertida ya en referente cinematográfico dentro del panorama cultural mundial. Cincuenta alumnos, nueve días, y la misma fascinación por aquel hombre de pocas palabras y sonrisa habladora.
Así empezó nuestro particular Viaje y Creación.
Durante los siguientes días, los alumnos le contábamos al maestro las ideas de nuestros cuentos. Momentos de ‘’confesión’’, bromeábamos. Esta no es una buena idea. Simplifícala. Piensa si no es mejor cambiar el final. Tu idea sirve para un largometraje. Perfecto, ¡sal a rodar! Kiarostami escuchaba con atención las propuestas, corrigiéndolas, modificándolas… mientras nosotros aprendíamos a construir pequeños guiones…
La ciudad de Murcia pronto se convirtió en un verdadero espacio de trabajo, donde amarillas acreditaciones topaban en cada esquina, aconsejándose, ayudándose… El maestro, mientras tanto, esperaba en el aula, o salía a jugar con su cámara, realizando, él también, su pequeño cortometraje. De esta forma, pudimos presenciar en varias ocasiones mágicos rodajes de andar por casa, en los que, bajo las órdenes del director, los alumnos éramos actores, cámaras, ayudantes… y, sobretodo, observadores.
En diez días, pensamos nuestras historias, las filmamos y, en último término, las editamos. Llegó el momento de reunirnos y verlas conjuntamente. Nervios… ¡Íbamos a enseñarle nuestros trabajos al director Abbas Kiarostami! Sí, pero lo que no sabíamos es que, además, otros dos genios del cine y el pensamiento iban a asistir a la proyección. Víctor Erice y Bill Viola aparecieron en el aula como dos alumnos más, dispuestos a aprender de nosotros. En ese momento, nos sentimos como los verdaderos protagonistas del festival.
Abbas Kiarostami ha logrado hacer de este taller un auténtico viaje interior. Nueve días para enfrentarnos a nosotros mismos. Hemos tenido que espabilarnos, descubrir Murcia por nuestra cuenta, encontrar a actores por la calle, rodar con el material que llevábamos puesto… No hay excusas. No importa la calidad ni el resultado final. Lo más importante es terminar el trabajo… nos decía.
Hace tres días que el taller terminó, y los alumnos nos mandamos WhatsApp’s sin parar. Los mensajes no dejan de circular por Facebook. También cruzamos e-mails. Casi todos hemos llegado ya a nuestras casas. Irán, Brasil, Costa Rica, Italia, Eslovenia, Francia, Cuba, México, Perú, Colombia, España… El cine, evidentemente, no tiene fronteras. El maestro nos decía que siempre encontraremos al público que ame nuestras películas. Aunque sea reducido, aunque esté en el otro lado del mundo… Compartir diez días con personas de procedencias tan diversas nos ha ayudado a comprenderle. Y, por qué no, a ser más valientes.
Gracias al IBAFF por hacerlo posible.
Volveremos a vernos, nos dijo el maestro al partir. Sí, maestro, aunque sabemos que no le gusta que le llamemos así …
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