Ha llegado Sherlock Holmes a nuestras carteleras, y ya está prevista la segunda parte para el 2011, dependerá del tirón que tenga esta primera… si vende, a por otra; si decepciona, pensemos en otra historia. Si fuera por nosotros, ya podrían empezar a pensar en otra cosa…
El director de la reconocida Snatch, cerdos y diamantes (2000) lleva a la pantalla la figura de uno de los grandes detectives literarios: Sherlock Holmes. De pipa en mano, puños de boxeador, gran conocimiento científico, ojos deductivos y corazón desconfiado, este detective privado alto, delgado, frío, irónico, ingenioso e intelectualmente inquieto nos transporta al Londres de finales de siglo XIX. Interpretado maravillosamente por Robert Downey Jr., junto de Jude Law, caracterizando a su fiel amigo Watson, la película narra las peripecias de Sherlock Holmes en una trama de gran peligro para todos los habitantes de Inglaterra.
La película en su conjunto resulta un tanto aburrida y redundante, y lo que había sido un atractivo comienzo va cayendo en picado mientras se nos cierran los ojos. Si logramos mantenerlos abiertos, mayormente gracias un Sherlock eclipsador, podremos extraer, en nuestra opinión, lo más interesante del filme, esto es, el juego entre la lógica científica que mueve los pasos de nuestro protagonista, y la magia negra que maquilla el mal, las acciones (asesinatos) del enemigo. La misma puesta en escena es también un intento de destacar este juego, la lucha de verdades que justifican los acontecimientos de la realidad. Escenas en las que la imagen cristaliza mientras se nos explica cómo han ocurrido los hechos, ahora a cámara lenta, ahora a cámara rápida. Observamos desde dos puntos de vista y, por tanto, el acontecimiento se repite a modos distintos. Sin embargo, el conocimiento científico, la razón, gana el pulso a la ilusión, al poder oculto, a la magia.
Puede que tal argumento sea lo más destacado de este Sherlock Holmes en el que ni siquiera las escenas de lucha y acción resultan pequeños bálsamos de divertimento. Mejor nos reencontremos con el comic.
2 comentarios:
No he ido a verla aún, pero si lo hago creo que será sólo para disfrutar de Jude Law en pantalla grande.
la verdad, lo único que me gusto de la película, a parte de la ambientación, es la química especial entre law y downey jr. Aunque me la esperaba más americanada ciertamente.
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